SuNsHiNe DaIsY

My family calls me The Roller Coaster Girl.
Boy, are they right!

I've been to many amusement parks in California: Disneyland, California Adventure, Magic Mountain, Knott's Berry Farm, Sea World, Universal Studios... This last one I can barely remember, because I was too young when I went there.

The best coaster park NO DOUBT is MAGIC MOUNTAIN. It has just about every huge, gigantic, fast-speed, spine-chilling, breath-taking, upside-down, round and round roller coaster you can think of. Sea World just has one, which opened last year I think, so I haven't been on it. After Magic Mountain comes Knott's Berry Farm, with a couple of great tracks, too. It also has wooden coasters (like Magic Mountain). After that, I'd rate Disneyland, then California Adventure, and last Sea World. As I said, I can't remeber Universal Studios, and by the way, I'm rating them according to ROLLER COASTERS ONLY!!

But yesterday, friday july 22nd, 2005, was a special day. As a fortune cookie told me the night before: "the next full moon will bring you an enchanting evening", and although the full moon was that same day, I think yesterday was as enchanting as the moon itself.

Yesterday I went to Disneyland with my dad. This year the park's celebrating it's 50th anniversary. Yep! From 1955 to 2005! That's 50 years! And it was exactly 50 on the 17th!

But, okay, let me tell you how my day started...

I woke up -unusually early- at 6:30am, and with and hour drive, we got to the park at about 9:30am.

Our first -and clever- stop was Space Mountain, which was closed for two years, and recently reopened the past july 16th.

From there on, everything was just rides. Rides, rides, rides, and more rides. By the way, did I mention rides? And let me add some rides to that!

We stopped once to eat a slice of pizza. The rest of our "meals" (so-called, quoted "meals") were: a cup of frozen lemonade (gee! really frozen! you couldn't even get the spoon in it because it would break!), and some popcorn at the end. Oh, well, and of course, water (drink it before it evaporates!).

I've kinda learned that if you want to ride, you have to walk nonstop. That's what we've done the last two times that we've gone to Disneyland. Nonstop walking for about 15 hours... last time I recall riding 17 rides, THIS TIME WE MADE IT 22!!! Yep, that's right, 22 rides. Don't believe it?

T-W-E-N-T-Y -- T-W-O
V-E-I-N-T-I-D-O-S
V-E-I-N-G-T -- E-T -- U-N
22
!!

Let me list them for you (I know you probably don't care about the list, but I want to look back and remember, so do me a favor; make me happy and read this):

Indiana Jones (x3)
Space Mountain (x2)
Spash Mountain (x2)
Big Thunder Mountain (x2)
Space Tours
Matterhorn
Haunted Mansion
Pirates of the Caribbean
Mr. Toad's Wild Ride
Car-toon spin
Autopia
Alice in Wonderland
Pinocchio
Peter Pan
Snow White's
Winnie the Pooh
Jungle Cruise

So, I'm so glad our first stop was Space Mountain, because it was only a half-hour wait. As for the second time we got on... the line lasted for 80 whole and complete minutes! But it was worth the wait, because I actually enjoyed the second ride more than the first.

Sort of like what happened with Inidana Jones (which we rode three times, thanks to 2 fastpasses), Splash Mountain (we got a fastpass as soon as we got out of it the first time), and Thunder Mountain.

I was really happy to see Thunder Mountain had opened again. It had been closed since a person -chilean, by the way- died there in 2003, while he celebrated his 30th birthday... And I got really sad, but accidents can happen, and... TODO PASA POR ALGO, right? =)

Splash Mountain broke down while we were on it the first time... that same time, I started to rock my log from side to side (it was sooo fun!!), and a voice comes out from the middle of nowhere saying: "DO NOT ROCK YOUR LOG... AGAIN, DO NOT ROCK YOUR LOG!" Then we discovered they even had a camera hidden inside a birdhouse! And a speaker between a barrel! (Good thinking, anyway).

I got a couple of souvenirs, and took PLENTY of pictures (soon to be in my fotolog, I hope), but it was just great to be one of the lucky 2005 guests who got to celebrate Disneyland's 50th anniversary!

After all...

...IT'S THE HAPPIEST HOMECOMING ON EARTH!

(8) WELCOME TO OUR FAMILY TIME, WELCOME TO OUR FAMILY TIME! (8) WELCOME!!!
(main song on the anniversary parade, which I watched... it only lasted 15 minutes, though!)

-Raquel S.
THE ROLLER COASTER GIRL

SuNsHiNe DaIsY

Mi casa cruje
El lobo aúlla
El cielo anuncia
Una mágica llegada

En mi escritorio me retuerzo
Miro por mi ventana
Ese suave resplandor
Que emites, siempre hermosa

De amarillo te presentas
Como tu fiel amigo, el sol
“Estoy nueva, estoy libre”
Hoy pareces anunciar

Y ya avanzada la noche
Te vistes de blanco radiante
Insinúas ser su novia
A el sol, siempre brillante

Y en el ansiado día de eclipse
El mundo se une a observar
“¡Qué lindos se ven los novios!”
Y el blanco y el negro se parecen mezclar…

SuNsHiNe DaIsY
(copyright!)

It’s so funny how people change
Like a sunflower follows the sun
But the sun doesn’t take her anywhere

And now I’m sitting here and crying
Wishing you were not the flower
Wishing you would take a second
Wishing you could see the grass

Because I, the grass, can make you better
I, the grass, can make you laugh

Like before you grew,
You were inside me
And now you don’t remember… anything

You just follow the sun
And pretend to smile
And maybe you do
But I really miss you.

~*~

Sometimes a friend can be the sunflower
Sometimes I feel like a piece of grass…

~*~

People change
Friends… do, too.

- ¿El número de su dirección es 3298? –preguntó la secretaria por teléfono.
- 3298 – A –corregí yo.
- Ah ya, el móvil ya está afuera.
- Muchas gracias –y colgué.
- Estamos listas –dijo mi mamá
- ¡Mami! ¡Quedan tres maletas arriba todavía!
- ¡Verdad! –y subimos a buscarlas.

Me despedí de Sandy y del tío Fernando y partimos. Llegamos al aeropuerto, chequeamos las maletas, y nos fuimos a sentar.

- Vuelo 501 con destino Antofagasta y Santiago, favor embarcar por puerta número cuatro.

[No recuerdo el número del vuelo, y mi tarjeta de embarque no la encuentro, pero había que escribir un número, ¿no?]

- ¡Carmen! –gritó mi tío, y fuimos hacia allá.

Venía con mi prima, la Cristel, y nos sentamos a comer.

[En verdad no comí, no teníamos hambre, así que esperamos a que mi tío y mi prima terminaran de comer… pero suena más lindo escribir ‘nos sentamos a comer’ que ‘nos sentamos a mirarlos comer’, ¿cierto?]

En Santiago hacía mucho, mucho frío (me recuerda a una canción de Juanes…). En la casa de mi abuelita, ¡peor! A la noche recuerdo haber andado con:

3 pares de calcetines
2 pares de pantalones
4 poleras
2 chalecos
1 abrigo
1 par de guantes

Y aún así, ¡no me sentía los pies! Mi mamá me dijo al oído:

- He pensado todo el día en las víctimas de Antuco, ¡imagínate el frío que hacía allá!

Mientras nos descongelábamos, o mejor dicho, tratábamos, frente a la estufa con mi prima, no paraba de repetir:

- Me gusta Iquique, me gusta Iquique, me gusta Iquique…

[Ahora, claro, me ENCANTA Iquique, solo que en ese momento lo echaba MUCHO de menos]

El próximo día, a las ocho de la noche partió el avión a Atlanta, Georgia. Mostraron “Robots” (una película animada, para los que no la conocen), así que ahí me entretuve un rato (la encontré buena). Me desperté a las tres de la mañana, y ya no pude dormir más. Casi a las seis trajeron el desayuno, y pasadas las seis y media aterrizamos (la hora allá es la misma que en Chile en esta época del año).

Teníamos que hacer tiempo en el aeropuerto hasta las 12:50, que era cuando partía el avión a Los Ángeles, así que comimos algo, paseamos, nos sentamos a mirarnos las caras… y finalmente publicaron el vuelo en las pantallas.

Nos dirigimos a la puerta A18, a sacarle la película a la gente que pasaba… y yo me dediqué a escribir un rato. Pero la hora se acercaba y la puerta mostraba OTRO vuelo. Me paré y fui a ver a las pantallas. NUESTRO vuelo venía con un atraso de 50 minutos, y lo habían cambiado a la puerta A19.

La A18 y la A19 no quedaban precisamente una al lado de la otra… así que ahí caminamos y… tal como esperan, la A19 estaba LLENA. Por suerte encontramos tres asientos juntos (venía mi tía-abuela también) y ahí esperamos.

Luego anunciaron que no iban a dar comida a bordo. El vuelo duraría unas cinco horas, así que fuimos a comprar unos sándwiches.

Finalmente pudimos embarcar, como a las 13:40. Detrás de nosotros venían unos tipos altísimos, que por lo visto eran jugadores de algún equipo de basketball, porque venían en primera clase, y una azafata les pidió un autógrafo.

¿Cómo lo supe? Pues ellos venían en la última fila de primera clase, y yo en la primera fila de turista (no alcanzó el bolsillo, ¡lo siento! XD) Y no tenían cortinas… tan solo una cuerda con un nudo… ¡bien fino, te diré! Así que, bueno, los observé mientras se tragaban unas cuántas botellas de whisky y ¡quizás qué más!

Y es que esto no puede ser más estafador… mostraban a bordo “Miss Simpatía 2”, ¡pero tenías que comprar los audífonos! Ahora, generalmente, cuando venden audífonos a bordo, puedes usar los mismos que tu discman (si es que tienes), pues bien, esta vez ¡NO! Tenías que comprarlos, o te quedas sin película (Raqui prefirió ahorrarse la plata y ¡dormir!)

Por fin llegamos a Los Ángeles, donde eran las tres de la tarde (tres horas menos que en Chile). Arrendamos un auto, y nos vinimos al hotel. Al consultar por el precio del Internet que ofrecen en el lobby… nos contestaron sin escrúpulos:

- It’s sixty cents a minute.

¡Qué horror! ¡Hasta dónde hemos llegado, por favor! ¡Qué tipo de estafa es esta! ¿¡En qué lugar de Chile se ha visto esto!? ¿Saben a lo que se traduce eso? ¡MÁS DE CINCO LUCAS CADA QUINCE MINUTOS! ¿Precisamente? ¡360 pesos el minuto! (calculando el dólar a $600). Verdaderamente increíble…

Pero bueno, anoche llegó mi papá (estaba en Salt Lake City, con su mamá), así que él averiguó que el hotel tenía Internet inalámbrico ¡gratis! Así que aquí estamos, en el hotel, disfrutando de todo lo que es “ondas”, jeje…

¿Mis planes? Mañana iremos a Disneyland, que este 2005 celebra su “50th anniversary”. El lunes (o quizás el martes) nos vamos a Salt Lake City, a pasar unos días, y el sábado me devuelvo a Los Ángeles, unas pocas horas antes de que salga mi avión de vuelta a… Chile ¬¬

¡A disfrutar la semana que queda! ¡Aún estamos a jueves!

¿Escribo mucho? El silencio me dice que sí… pero yo tengo la esperanza de que algún día alguien leerá todo esto y mucho más…

¡Ojalá sea pronto! XD

-Raquel S.

SuNsHiNe DaIsY

Pónganse ustedes que un señor iba subiendo un cerro (pero un GRAN cerro), ¡y se demoró muchas horas en subirlo! ¡Muchísimas!

Pues cuando FINALMENTE ese hombre llega a la cima, saca su celular y ¡oh!, ¡se da cuenta que se le cayó un sticker a su cel! ¿Y qué hace este señor? Baja el cerro ¬¬ Y no solo eso, sino que deja su celular en la cima, ¡para así bajar con menos cosas en la mano!

Mientras se encuentra bajando en busca de un mísero STICKER, ¡recibe 50 llamadas telefónicas! ¡Sí! ¡50 llamadas urgentes e importantísimas que quizás le cambiarían la vida! Pero como se encuentra a 100 metros, buscando un pequeño sticker... no escucha su teléfono sonar.

Entonces yo diré que este señor LAS CAGÓ, y con cuática ¬¬ No solo por el hecho de que -cabe mencionar- tendrá que VOLVER A SUBIR ESE EMPINADO CERRO, sino también porque de esas 50 llamadas que le hubieran cambiado la vida, quizás, y solo QUIZÁS, unas 5 volverán a llamar, y justo esas 5 son las menos importantes, y este señor se ha perdido la oportunidad de su vida. ¿Por qué? POR ESTAR BUSCANDO UN MÍSERO STICKER! ¬¬

¿Moraleja? Encuéntrenla.

(Y no se trata de pérdida de tiempo, al contrario)

-Raquel S.

SuNsHiNe DaIsY

Ayer terminó la campaña de Un Techo Para Chile, “TECHO A MIL”.

Muchas gracias a todos los que ayudaron, aunque creo que no se alcanzó la meta, pero ¡todo sirve!

$211.647 fue mi granito de arena ^.^ ¡pero sólo gracias a todos los que me cooperaron!

-Raquel S.

SuNsHiNe DaIsY

¡Emoción! ¡Mucha emoción!

Recordaré por siempre esta fecha, no por ahora, sino por lo que pasó hace exactamente un año.

Recuerdo que más o menos por junio, una amiga me dijo que La Oreja de Van Gogh vendría a Chile en julio, después de cancelar su actuación de marzo 2004.

Muy desesperanzada, le conté a mi mamá, quien no mostraba el más mínimo interés de ayudarme a cumplir uno de mis mayores deseos.

A eso del 25 o 26 de junio, mientras desempacábamos las maletas de nuestro viaje al Observatorio Paranal, puse mi carita más tierna y le pregunté: “Mami… ¿al final voy a poder ir al concierto de La Oreja de Van Gogh?”

Ella se paró frente a mi puerta, me miró, y me dijo sonriendo: “Las entradas ya están compradas.” Creo que quedé sin palabras. Sólo atiné a saltar y abrazarla, ¡y decirle “gracias” hasta que me quedara sin voz!

Ya caían los últimos días del mes, cuando llamó mi abuelita materna desde Santiago. Las entradas, por comodidad y tiempo, iban a llegar a su casa.

Resulta que mi abuelita tiene un almacén, y siempre le llega mucha propaganda por correo. Al ver un sobre azul que decía “Visa”, no dudó, lo rompió, y lo botó. Luego de unos días, reaccionó y llamó a Iquique.

Ese día que llamó, me quedé escuchando por el otro teléfono, mientras le contaba a mi mamá lo que había hecho. Recuerdo haber colgado despacito, ¡y lloré tan desconsoladamente! ¡Mi sueño inalcanzable que alcanzaría en tan sólo una semana, se encontraba roto dentro de un camión municipal dando vueltas por la gran capital! ¡Qué angustia! ¡Que rabia! ¡Qué pena! ¡Inundé mi casa!

Durante esa semana corrimos para todos lados, y el teléfono se usó como nunca. Llamando a Ticketmaster y a Carabineros, y a mi abuelita para decirle que todo parecía estar solucionado. Un papel de Carabineros certificaría que las entradas se encontraban en poder de nadie, y que si alguien las encontraba (cosa poco probable), estarían rotas.

Teníamos pasajes a Santiago para el día 8 de julio en la mañana. El concierto sería ese mismo día, pero unas 12 horas más tarde. Nos daba tiempo suficiente para correr a la oficina de Ticketmaster, y buscar las entradas que nos entregarían. Estas estaban con un timbre especial, cosa que si alguien se presentaba con una entrada del mismo número, las nuestras serían las auténticas.

A las 7:30 llegué al Espacio Riesco con mi mamá y mi prima. Nerviosa y apurada, compré dos cintillos a un señor que los vendía por ahí, y muy emocionada le pasé mi entrada al guardia de la entrada.

Logramos una ubicación bastante buena, tomando en cuenta que llegamos solo media hora antes de la hora de inicio. Nos instalamos, sacamos las cámaras… y esperamos ansiosas.

A las 20:15 aparecieron, luego de sonar el tradicional “Que será, será”, que nos dejó a todos confundidos.

Fui la niña más feliz del mundo en ese instante. Salté y grité TODAS las canciones ese día, hasta aquellas que nadie parecía conocer (como “El 28”, que casi nadie cantó). A las 9:45 terminó el show, sin antes irse y dejarnos en suspenso por unos 5 minutos, luego de los cuales volvieron al escenario a cantar ¡todo aquello que aún no escuchábamos!

La salida fue un gran circo. Por suerte no andábamos en auto, así que con mi mamá y mi prima nos pusimos a observar el gran espectáculo que brindó el estacionamiento después. Sinceramente, era para grabarlo… ¡pero a mi cámara no le quedaba batería!

A las 12 de la noche recién llamamos a mi tío y le dijimos: “Creo que ya no quedan autos, no queda taco, no queda gente; ven a buscarnos.”

El próximo día lloré todo el día. ¡No de pena, de emoción! No podía dejar de agradecer a mi mamá por haber cumplido mi gran deseo. Simplemente no podía creer que hace menos de 24 horas, Amaia Montero, Xabi San Martín, Álvaro Fuentes, Pablo Benegas, y Haritz Garde, habían estado a unos pocos metros de mi, haciendo lo que mejor saben hacer:
¡Compartir con nosotros lo mejor de su música!

Un saludo para el Fans Club, que hoy celebran al igual que yo :)

-Raquel S.

SuNsHiNe DaIsY

¡Vamos que se puede! ¡Un día más de clases!

A veces ha pasado tanto que parece tan poco… Hoy creo que tuve que correr para todos lados, pero aún así, no sé que miechica puedo escribir, y tampoco sé cómo empezar.

Quizás partiré por mi prueba de comprensión de lectura de castellano. No… quizás no. “Patagonia Express”, así se llama el libro que debíamos haber tenido leído para hoy. Pero no, Raquelita deja todo para última hora, y eso le juega en contra… MUY en contra…

Pero dejemos castellano al lado. En matemáticas creo que me fue bien. De trece ejercicios, solo dos me complicaron… bueno, dos y medio.

Luego tuve que cambiarme rápidamente del uniforme al buzo para dar la prueba de educación física que debía del lunes. De ahí, a dejar a mi amiga Francisca, más conocida como Fafi, y luego a mi casa.

Preparamos (aunque la mayor parte la hice yo… ¡y con orgullo!) una exquisita lasaña con mi mamá. Quedó demasiado rica, pero lástima que me la tuve que comer tan rápido, porque después tenía que ir a clases de tiro con arco, a la que llegué tarde. Pero no importó mucho, porque hicimos por primera vez una pequeña competencia, en la que saqué tercer lugar compartido, con 16 puntos, y por eso me gané un chocolate.

De vuelta a mi casa, a descargar pasto que mi mamá había conseguido, y a examinar con un maestro por enésima vez la grieta del muro de contención de atrás.

Ahora me encuentro aquí, escribiendo para mi blog, y me iré a tomar once porque me está empezando a dar hambre… y ¡oh!, ¡mi mamá me llama!

Terminé justo a tiempo.

-Raquel S.

SuNsHiNe DaIsY